ejemplos concesión de obras
La concesión de obras es un tipo de contrato en el que una entidad privada, el concesionario, se encarga de realizar, mantener y explotar una obra pública, asumiendo ciertos riesgos operacionales. La contraprestación puede ser el derecho a explotar la obra o este derecho junto con el de percibir un precio.
Un ejemplo de concesión de obras podría ser la construcción y explotación de una autopista. En este caso, el concesionario se encargaría de construir la autopista, mantenerla en buen estado y explotarla, por ejemplo, cobrando peajes a los usuarios. El concesionario asumiría el riesgo de demanda, es decir, el riesgo de que el número de usuarios que utilicen la autopista sea menor al esperado, afectando así sus ingresos.
Otro ejemplo podría ser la construcción y gestión de un hospital. El concesionario podría estar encargado de construir el edificio, equiparlo adecuadamente y mantenerlo, a cambio del derecho a explotar ciertos servicios dentro del hospital, como estacionamientos o cafeterías, además de recibir un pago por parte de la administración pública.
La concesión de obras también puede incluir la modernización de infraestructuras existentes, como la renovación de una línea de metro. El concesionario podría encargarse de actualizar las estaciones y los trenes, asumiendo el riesgo de que la demanda de pasajeros no cubra los costos de inversión y operación.
En todos estos ejemplos, el concesionario debe cumplir con las obligaciones generales, como ejecutar las obras según lo acordado, explotar las obras asumiendo el riesgo operacional, y garantizar el acceso a los usuarios bajo condiciones de igualdad y no discriminación.
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