Que diferencias y por que se aplica en cada caso procedimientos de tipo ordinario abierto y restringido
El procedimiento abierto permite que cualquier operador económico presente una oferta sin negociación, siendo ideal para garantizar transparencia y competencia. El procedimiento restringido, en cambio, se divide en dos fases: una abierta para solicitudes y otra restringida para ofertas, siendo adecuado para servicios intelectuales complejos donde la calidad es prioritaria.
El procedimiento abierto es el procedimiento ordinario por excelencia en la contratación pública. Se caracteriza por su transparencia, igualdad de oportunidades y competencia, permitiendo que todos los operadores económicos interesados presenten una oferta. No se permite la negociación sobre los términos y condiciones de la oferta, lo que asegura un proceso claro y objetivo. Este procedimiento es ideal para contratos donde la competencia abierta es viable y deseable.
Por otro lado, el procedimiento restringido se utiliza cuando se requiere un enfoque más selectivo. Se desarrolla en dos fases: en la primera, cualquier empresa interesada puede solicitar participar; en la segunda, solo los candidatos seleccionados en base a criterios de solvencia pueden presentar sus propuestas. Este procedimiento es especialmente adecuado para servicios intelectuales de especial complejidad, como consultoría, arquitectura o ingeniería, donde la calidad y la experiencia son más importantes que el precio.
A continuación, se presenta una tabla comparativa de las características principales de ambos procedimientos:
Característica | Procedimiento Abierto | Procedimiento Restringido |
---|---|---|
Participación | Abierta a todos | Solo seleccionados |
Fases | Una única fase | Dos fases |
Negociación | No permitida | No permitida |
Adecuado para | Contratos generales | Servicios intelectuales |
Enfoque | Transparencia y competencia | Calidad y solvencia |