qué dice la doctrina sobre datos abiertos en la contratación?

La doctrina sobre datos abiertos en la contratación pública enfatiza la importancia de la transparencia y la accesibilidad de la información relativa a los procesos de contratación para fortalecer la confianza ciudadana en las instituciones públicas y mejorar la gestión y fiscalización de los recursos. Se destaca el papel de la tecnología y los formatos abiertos como herramientas clave para lograr este objetivo.

La doctrina resalta la necesidad de hacer transparente y comprensible todo el proceso de contratación pública, desde la preparación hasta la liquidación del contrato. Se argumenta que la apertura de datos permite a la ciudadanía evaluar la adecuación de la gestión pública y ejercer un control democrático efectivo sobre las instituciones. La transparencia se considera fundamental para recuperar la confianza en las instituciones públicas y políticas, especialmente en contextos de emergencia que requieren adaptaciones normativas rápidas y pueden generar especulaciones y desconfianza.

Se identifica la tecnología, especialmente la de código abierto, como una herramienta esencial para facilitar la transparencia. La apertura de datos permite una revisión detallada de la gestión pública por cualquier interesado, promoviendo la rendición de cuentas y la mejora de los servicios públicos.

La doctrina sugiere que la información esencial a publicar incluye datos sobre la naturaleza del contrato, la gestión del contrato y los resultados de su ejecución. Esto abarca desde la necesidad que motiva el contrato, los licitadores participantes, el adjudicatario final, hasta la evaluación del cumplimiento y posibles sobrecostes. La publicación de estos datos en formatos abiertos facilita su reutilización y fiscalización.

Se reconoce que existen dificultades para abrir estos datos, principalmente debido al desconocimiento sobre la apertura de datos y la percepción de que representa una carga de trabajo adicional. Sin embargo, se subraya la importancia de superar estas barreras para mejorar la eficacia y eficiencia de la contratación pública.

La doctrina también aborda los beneficios de los datos abiertos para mitigar posibles incumplimientos, destacando la importancia de reconocer errores como parte de un proceso de mejora continua. Se enfatiza que la transparencia y la apertura de datos son fundamentales para una contratación pública que responda mejor a las expectativas ciudadanas y contribuya al buen gobierno.