¿CUÁNDO ES OBLIGATORIA UN ACTA DE RECEPCIÓN?
El acta de recepción es obligatoria al finalizar la ejecución de una obra o la prestación de un servicio contratado por la Administración Pública, para verificar el cumplimiento del contrato y el inicio del plazo de garantía.
La obligatoriedad de un acta de recepción se establece en varios contextos dentro de la contratación pública:
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Para obras: Es necesaria una vez que las obras han terminado. En este acto participan un facultativo designado por la Administración, el director de las obras y el contratista. Si las obras están conforme a lo previsto, se levanta el acta de recepción y comienza el plazo de garantía. Si hay defectos, se detallan y se da un plazo para su corrección.
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Para trabajos y servicios: Se requiere una acta de recepción una vez que se considera que la prestación cumple con las condiciones debidas. Si no es así, se deben subsanar los defectos antes de proceder a la recepción.
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En contratos de concesión de obras públicas: Se levanta un acta de comprobación al terminar las obras, que incluye una valoración de la obra ejecutada y, si corresponde, una declaración de cumplimiento de las condiciones de impacto ambiental.
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Para el cumplimiento general de contratos: Se exige un acto formal y positivo de recepción o conformidad por parte de la Administración tras la entrega o realización del objeto del contrato.
En todos los casos, el acto de recepción es un procedimiento formal que confirma que el contratista ha cumplido con sus obligaciones según lo estipulado en el contrato y marca el inicio del periodo de garantía, durante el cual el contratista es responsable de cualquier deficiencia relacionada con la ejecución.