Los pliegos tienen fuerza de contrato

Sí, los pliegos tienen fuerza de contrato.

Los pliegos son documentos esenciales en el proceso de contratación pública y poseen naturaleza contractual, lo que significa que vinculan a ambas partes involucradas en el contrato. Esto implica que tanto la administración contratante como el adjudicatario deben cumplir con las cláusulas establecidas en los pliegos.

El incumplimiento de lo previsto en los pliegos puede llevar a consecuencias como la exclusión del procedimiento de licitación o la imposición de penalidades durante la fase de ejecución del contrato. Estas penalidades deben ser proporcionales a la gravedad del incumplimiento y no pueden exceder ciertos límites en relación al precio del contrato.

La presentación de una oferta por parte del licitador supone la aceptación incondicionada de lo dispuesto en los pliegos, lo que refuerza su carácter vinculante. Una vez aceptados, no se pueden cuestionar o recurrir, salvo en casos de nulidad de pleno derecho.