ejemplo práctico de un contrato público por procedimiento ordinario abierto

Un contrato público por procedimiento ordinario abierto es aquel en el que todos los operadores económicos interesados pueden presentar una oferta sin que haya negociación sobre los términos y condiciones de la misma. Este procedimiento garantiza la transparencia, igualdad de oportunidades, publicidad y competencia.

En un ejemplo práctico, imaginemos que un ayuntamiento necesita construir un nuevo puente. El contrato para esta obra se licitaría mediante el procedimiento abierto, ya que es el procedimiento ordinario por defecto para contratos de obras de gran envergadura. Este procedimiento se utiliza porque permite la participación de cualquier operador económico que cumpla con los requisitos establecidos, asegurando así la máxima competencia y transparencia en el proceso de adjudicación.

El proceso comienza con la publicación del anuncio de licitación en el perfil del contratante del órgano de contratación, y si el contrato está sujeto a regulación armonizada, también se publicará en el Diario Oficial de la Unión Europea. Los interesados tienen un plazo mínimo para presentar sus ofertas, que varía dependiendo de si el contrato es SARA o no, y de si se ha publicado un anuncio de información previa.

Una vez presentadas las ofertas, la Mesa de contratación procede a la apertura de los sobres y a la valoración de las ofertas según los criterios de adjudicación establecidos. Si existen criterios cuantificables mediante juicio de valor, se evaluarán antes que los criterios objetivos. La propuesta de adjudicación se elabora en favor del licitador que ha presentado la mejor oferta, y se le requerirá para que aporte la documentación necesaria en un plazo de 10 días hábiles.

Finalmente, el órgano de contratación dicta la resolución de adjudicación, que debe publicarse en el perfil del contratante. Posteriormente, se procede a la formalización del contrato, asegurando que no se inicie la ejecución del mismo antes de su formalización.